Hoy se celebra el Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido y el Centro de Rehabilitación de Daño Cerebral CRECER, que lleva 23 años trabajando por mejorar la calidad de vida y la autonomía de estos pacientes, se ha sumado a la campaña de sensibilización. Según explica la directora médica de CRECER, Rosario Domínguez, “hemos pedido a nuestros pacientes y a sus familiares que manden fotografías suyas haciendo el gesto solidario de colocarse la mano en la cabeza. Con esta imagen y con el hashtag #conelDCA y #visivilizandoelDCA queremos sensibilizar a la sociedad y recordarles la importancia de la prevención, a través de los factores de riesgo evitables como el tabaco, alcohol, hipertensión y estrés, así como de la importancia del acceso temprano a los programas de rehabilitación especializados en daño cerebral para que las personas que lo padecen tengan la máxima autonomía y las mínimas secuelas”.
La rapidez en el tratamiento y en la rehabilitación son cruciales para conseguir la mayor autonomía y recuperación. De ahí la importancia de campañas de sensibilización, como la puesta en marcha este año, que consideran que “cada vida salvada merece ser vivida con dignidad” y para ello hace falta el apoyo de toda la sociedad y de la familia. “No somos “invisibles”, es el mensaje de esperanza que han querido lanzar para 2020 las asociaciones de Daño Cerebral y al que se ha sumado CRECER al considerar que “entre todos, pacientes, familiares, terapeutas y personal sanitario, podemos conseguirlo”.
En España hay más de medio millón de personas que padecen daño cerebral adquirido, y en Sevilla son más de 16.000 los afectados. La mayoría de los pacientes padecen esta enfermedad como consecuencia de traumatismos craneoencefálicos, ictus, o tumores cerebrales. En el Centro de Rehabilitación CRECER se reciben pacientes de toda España y de Sudamérica. Su principal objetivo es “investigar nuevos mecanismos, tratamientos y técnicas que permitan a los pacientes con daño cerebral llevar una vida lo más autónoma e independiente posible y que su recuperación sea la máxima que se pueda alcanzar, porque un pequeño avance en su estado físico y psíquico puede ser decisivo para el día a día y para las actividades de la vida cotidiana de estas personas”, indica Rosario Domínguez, directora del centro.